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Esther Ovejero Ruiz

Las galerías ante la pandemia: la Galería Álvaro Alcázar de Madrid

Madrid con el arte contemporáneo

Viajamos hasta el distrito madrileño que lleva el nombre de José de Salamanca y Mayol, más conocido como Marqués de Salamanca, una de las zonas comerciales más importantes de la capital y de las más pujantes de Europa. En una de sus amplias callejuelas, resguardada tras una fachada austera, se inauguró en 2006 la Galería Álvaro Alcázar, un espacio dedicado a la promoción y difusión del arte contemporáneo en el que se organizan originales exposiciones temporales y se planifican interesantes colaboraciones para ferias internacionales tan reconocidas como ARCO, Pinta NY o Art Cologne-Palma de Mallorca.

Su fundador, Álvaro Alcázar, que cuenta con un extenso currículum y un admirable linaje, pues es hijo de la gran galerista Carmen Gamarra, ha conseguido crear en pleno Madrid un dinámico y creativo espacio que ha recogido el testimonio de grandes personalidades de las artes plásticas de las últimas décadas entre las que nos es imposible no mencionar a Eduardo Arroyo, Nacho Criado o Rafael Canogar.


A través de sus ojos

El ser humano ha tenido siempre la necesidad de expresarse

Patricia Razquin, licenciada en Historia del Arte, nos abre las puertas de la Galería invitándonos a conocer más sobre esos testimonios artísticos que los seres humanos han creado y crean para responder a su necesidad de expresarse, de manifestar su forma de ver el mundo; sin los cuales conoceríamos mucho menos de las sociedades que nos precedieron y por su puesto de la nuestra. La encontramos disfrutando del arte, como es habitual en ella, entre dos obras de la colección All the Jazz de Mari Quiñonero.


El arte contemporáneo es protagonista de un polémico debate entre aquellos que lo entienden como producciones banales exentas de calidad y los que lo defienden por su capacidad de superar la simple degustación de la belleza y travestirse de infinitas posibilidades. Como profesional de una de las galerías especializadas en arte contemporáneo más importantes de la capital ¿qué opinión crees que predomina entre los ciudadanos de a pie?


Tendemos a englobar todo el arte contemporáneo en una misma categoría, cuando existen infinitas. Es cierto que hay corrientes artísticas actuales, como las performance o el videoarte, que son menos populares por su complejidad. Sin embargo, basta con acudir a las puertas del Museo Reina Sofía cuando inaugura una nueva exposición: largas colas de ciudadanos de a pie esperando para disfrutar de las nuevas obras. Y, como ya sabéis, en sus salas no hay precisamente obras clásicas. ¡Es uno de los mayores centros nacionales dedicados al arte contemporáneo! Mi experiencia corrobora esta teoría. Decenas de personas ajenas al mundillo se presentan en la Galería simplemente para curiosear, entender, disfrutar.


Con la proclamación del estado de alarma a mediados de marzo cerrasteis las puertas al público. Entonces albergabais dos exposiciones, Propaganda de Kepa Garraz y Cuatro grandes alegorías (homenaje a Goya) de Bosco Sodi, ¿cuál fue vuestro plan de actuación al respecto?


Había mucha incertidumbre. No sabíamos cuándo íbamos a volver a abrir nuestras puertas, de modo que decidimos esperar y dejarlas tal cual estaban, sin desmontar nada. Cuando tuvimos la oportunidad de recibir visitas con cita previa no dudamos: ofrecimos a todos los interesados la posibilidad de venir a disfrutar de ellas. Era un montaje precioso y muy potente. No queríamos que el público perdiera la oportunidad de acercarse a él.


Dejar atrás la normalidad generó en muchos profesionales del arte un gran pesar. La afluencia de visitantes o la posibilidad de disfrutar diariamente de las grandes piezas de nuestro patrimonio artístico son algunas de las que han señalado los trabajadores del sector. ¿Qué fue de lo que más te costó alejarte?


Nuestro espacio de trabajo es mágico: techos altos, planta diáfana y mucha luz natural. Es un lugar ideal para la creación, el arte y todo lo que lo envuelve. Alejarme de este rincón tan maravilloso fue difícil, aunque no menos que el trasiego de la preparación de una nueva exposición, los montajes, los desmontajes… ¡Todo aquello que hace de nuestra Galería un lugar tan particular!


Durante el confinamiento la gran mayoría de los museos, galerías y centros de arte emprendieron un sinfín de iniciativas cuyo objetivo fundamental era difundir la cultura, en todas sus variantes, sirviendo así de entretenimiento a unos ciudadanos que buscaban en ella un refugio ante la cruenta realidad. ¿Vosotros diseñasteis alguna estrategia para difundir el arte contemporáneo y manteros cerca de vuestro público? ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué matiz diferencial crees que marcó con respecto a otras iniciativas artísticas?


Desde el principio nos dimos cuenta de la importancia de quedarse en casa para acabar con la pandemia, por ello nuestro director quiso aportar su granito de arena diseñando un proyecto que recalcara la relevancia de evitar el contacto social y confinarse. Así, nació Mi casa: una iniciativa en la que invitamos a todos los artistas a enviarnos fotografías y datos de obras suyas relacionadas con el hogar, sin importar el soporte o el tamaño. Todas ellas las publicamos en nuestra página web y redes sociales bajo los hashtags #Quédateencasa, #Yomequedoencasa, #Micasa e incluso otros creados explícitamente para esta iniciativa como #conarteyomequedoencasa o #casadearte.

La experiencia de gestionar este proyecto fue magnífica. Aunque es cierto que hubiera preferido hacerlo en aquel rincón mágico, diáfano y luminoso que es la Galería. El trabajo en equipo fue fundamental para que la iniciativa tuviera éxito. Mientras yo gestionaba los correos electrónicos, mi compañera administraba la página web y maquetaba los catálogos semanales. Todo siempre coordinado, con paciencia e ilusión, por nuestro director.


El esfuerzo valió la pena. Dimos voz a muchos artistas, en su mayoría amateur, que normalmente no tienen la oportunidad de colaborar con una galería con tanto bagaje como la nuestra. Igualmente, abrimos la puerta para que estos amantes del arte pudieran expresar lo que sentían y se lo transmitieran al mundo. De un modo u otro conseguimos que cientos de almas creadoras hasta ahora poco conocidas se implicaran en nuestro proyecto. Esto fue lo que marcó la diferencia.


El cambio de fase os permitió abrir nuevamente vuestras puertas al público. ¿Qué sentiste al poder volver a acercar el arte a los madrileños?


Todo el equipo estábamos impacientes de regresar. En mi opinión, una galería sin visitantes y sin el directo no es un auténtico centro de arte. Señalar también el especial afecto que tengo a este magnífico lugar.


Los museos han tenido que adaptarse al nuevo contexto para poder volver a admitir visitas. En vuestro caso ¿qué medidas habéis implantado? ¿Os ha resultado muy complicado afrontar la nueva realidad?


Tenemos suerte de contar con un local cuya característica principal es la amplitud. Las distancias de seguridad en nuestra Galería no son un problema. Además, hemos instalado un dispensador de gel hidroalcohólico en la entrada para que los visitantes puedan desinfectarse las manos antes de entrar.


Desgraciadamente la cultura ha sido uno de los sectores más maltratados en esta crisis sanitaria. ¿Hasta qué punto una galería como la vuestra se ha visto afectada por la situación?


La cultura siempre es la gran perjudicada cuando emerge una crisis económica y tristemente también la más olvidada. Cosa curiosa porque nunca deja de reclamarse y consumirse. En el confinamiento hemos sido testigos de cómo el cine, la música y el arte han sido una parte fundamental del día a día de miles de ciudadanos. Invito a hacer una profunda reflexión sobre la importancia de la cultura en nuestra cotidianidad y en nuestras vidas.


Particularmente, nuestra Galería está enfocada a la venta además de a la divulgación por lo que es obvio que la crisis nos haya afectado. Quizá no tanto porque el gran golpe económico lo haya recibido el grupo social que suele estar involucrado en el comercio del arte, sino porque nuestras cabezas están en otro lugar. La preocupación, la incertidumbre y las catástrofes humanas de las que hemos sido testigos han invadido nuestros pensamientos en los últimos meses en detrimento de otros como pueden ser la compra-venta de obras. Si remontaremos o no el tiempo nos lo dirá, pero nuestro equipo dará todo de sí para superarlo.


Los expertos anuncian que el confinamiento ha promovido el surgimiento de ideas y piezas originales e impresionantes en todos los sectores culturales. ¿Es una mera utopía?


Ha sido un momento de reflexión, pero también de reposo. Muchos artistas han tenido que postergar sus proyectos, aunque es cierto que otros han sido capaces de utilizar este tiempo para desarrollar ideas que estaban dormidas o en reposo. En cualquier caso, en España hay muchísimo talento. Todos nuestros artistas están trabajando sin descanso para seguir incrementando el patrimonio cultural español antes, durante y después de la pandemia.


Parece que se acerca la recta final en este duro periodo histórico que nos ha tocado vivir. Ahora es momento de reflexionar sobre cómo ha sido nuestra actitud ante la situación. ¿Cómo crees que ha sido vuestra reacción ante las circunstancias?


Dentro del difícil contexto hemos intentado estar lo más cerca posible de nuestro público y de nuestros artistas. Con los primeros, el feedback ha sido continuo: los cientos de comentarios en las redes sociales y los correos electrónicos así lo demuestran. Nos esforzamos por dar visibilidad al arte contemporáneo y ofrecer contenido cultural durante estos meses, algo que nuestros seguidores nos han agradecido con mucho cariño. Con los segundos, ha habido una relación especial. Queríamos que nuestra comunicación con ellos sirviera también para acercar sus obras a la sociedad y en especial a nuestros seguidores por lo que organizamos varios directos a través de Instagram entrevistando a grandes personalidades del mundillo como son el pintor Kepa Garraza o el escultor Juan Garaizabal.

¿Un arte enfermo?

Grandes personalidades del mundo del arte, como la famosa crítica Avelina Lésper, han denunciado la manera en la que el mercado ha ido destruyendo paulatinamente todo en lo que se ha involucrado, incluido el arte, entendiendo al actual como un cúmulo absurdo de obras cuya única finalidad es fabricar dinero.Ajena a estas críticas me propuse conocer de primera mano cómo era este mundillo, acercándome a una de las galerías más reputadas y jóvenes de la capital. Quería saber cómo habían actuado durante el confinamiento y cómo se habían enfrentado a esta nueva realidad. Para mi sorpresa, aquellos que a menudo son tachados de preocuparse exclusivamente por incrementar su poder adquisitivo demostraron sentir mucho afecto por sus seguidores y artistas.

Es cierto que el gusto por el arte contemporáneo -y ningún otro- no debe sernos impuesto. Como sentencia el pintor francés Marcel Duchamp “no tienes por qué venerar el arte solo porque alguien te diga que es arte” [1]. No obstante, las críticas condescendientes que a menudo escuchamos no suelen provenir de personas que no sienten atracción por esta corriente artística o que se oponen a la gran mercantilización que existe a su alrededor. La gran mayoría de los detractores son ciudadanos que no entienden lo que las obras quieren expresar, que no consiguen ir más allá de lo que sus ojos les permiten ver. Sin embargo, que no entendamos una obra no es justificación para lanzar comentarios peyorativos ¿o acaso no comprender qué es o cómo funciona un ordenador cuántico lo hace menos útil y valioso?

Abramos nuestra mente, intentemos ir más allá, llegar a conocer qué quiere decirnos la obra. De la mano de nuestra entrevistada de hoy os recomiendo adentraros en este gran mundillo que es el del arte actual a través de la lectura De lo espiritual en el arte una obra de uno de los grandes teóricos del arte que acabaría por convertirse en precursor del arte abstracto: Vasili Kandinsky.


Bibliografía


OROSZ, D. [2017]. Disparen contra el arte contemporáneo. La Voz. Disponible aquí. [Consulta: 26/05/2020]


DE DIEGO, E. [2016]. En defensa del arte contemporáneo. El País. Disponible aquí. [Consulta: 26/05/2020]


GÓMEZ, M. [2015]. ¿Entiende alguien el arte contemporáneo? El País. Disponible aquí. [Consulta: 26/05/2020]


Notas


[1] GÓMEZ, M. [2015].

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